¿Qué necesidad tengo de ponerme a escribir esto?. Llevo años sin escribir un blog en serio, estuve tentado en la época pre-Facebook, y ahora es como si se me hubiese pasado el arroz.  Soy un patata, no creo que tenga nada trascendente que contar, no tengo mucho tiempo para hacerlo, no me importa si me lee alguien, y no me apetecería que me leyeran algunos… ¿para qué te metes, Manolete?

Bueno, porque me da la gana. Porque tengo reflexiones que hacer en este viaje triatlético, pero no quiero darle la brasa a mi entorno cercano, que no las entiende (ni tienen por qué hacerlo). Precisamente al no tener ninguna pretensión, no hay motivos por los cuales no hacerlo. Quizás deje un poco de bitácora para que mis hijos se rían de mí cuando tengan mi edad, quizás alguien desconocido me lea y se sienta reflejado. Quizás me sirva para que la vocecita interior de la motivación continúe susurrando. Además, un blog parece que es complemento ideal del postureo triatlético. En fin, empecemos ya, y ya veremos donde acabamos.. que probablemente sea abandonado dentro de un tiempo. Disfrutemos mientras tanto.

Queda inaugurado este pantano. Ramén.