En esa «peaso» de grupeta ciclista «Ciclismo en ruta», a la que nos hemos adherido los «Pedales Rotos» , ha surgido la idea de hacernos un estudio Biomecánico, con un precio especial de grupo. ¿Qué es un estudio biomecánico?. No, no consiste en implantarnos un chip ni un motorcillo eléctrico en el gemelo, se trata de realizar un estudio científico sobre nuestra posición en la bicicleta con idea de regular de forma objetiva las distancias del sillín, manillar, calas, bielas, etc. El objetivo es sobre todo reducir tensiones o posibles lesiones, así como mejorar el rendimiento sobre la bicicleta. Un fiel amigo mío me miró con cara rara al explicárselo, me llamó gilipollas y se ofreció a subirme el sillín por 30 euros. Aunque mi querido amigo no tiene ni zorra idea de ciclismo, es cierto que teníamos cierto escepticismo previo sobre si realmente el dinero estaría bien invertido, sobre todo aquellos que no sufren molestias en la bici. En mi caso noto cierta tensión o dolor en las cervicales sobre todo en bajadas prolongadas o en las tiradas muy largas. Una vez realizado el estudio, creo que ha merecido la pena, pero sólo el rodaje nos los confirmará. Emilio y Helenka, los primeros en probar, están muy contentos con los resultados.

El lugar elegido es «El reto Martínez» , en la Cala del Moral, dirigido por Pablo Martínez, (el del reto), que es un profesional muy majo que te atiende con paciencia y esmero, se nota que conoce y le gusta su trabajo.

Mi primera duda es que mi CANNONDALE es muy vieja «vintage» la pobre, y aunque le he cogido cariño, hay que darle la jubilación por lo que no sabía si merecía la pena. Ya me quedó claro que necesito más piñones con cuestas muy fuertes (ejem, corramos un tupido velo). Pero como no la voy a vender, siempre viene bien tenerla ajustada correctamente y conocer mis medidas para cuando vaya a adquirir otra bicicleta.

Pablo comienza analizando tu anatomía, posición de los pies, columna, etc. En mi caso detectó que mi pierna derecha no está simétrica con la izquierda, y el dedo pulgar trabaja más para mantener el equilibrio. Quizás provenga de la operación de la hernia inguinal. Efectivamente al rodar también tiendo a bajar más de la cuenta el talón, así que habrá que tenerlo en cuenta.

 

El estudio cuenta con dos cámaras conectadas a un ordenador y te pone unos sensores en las articulaciones, que te hace parecer un actor de películas de 3D. Las cámaras se proyectan en una pantalla con la imagen del ordenador que va calculando con exactitud los ángulos y distancias que forman tus extremidades según los puntos de las articulaciones mientras realizas las pedaladas, de forma que Pablo tiene información para retocar la posición de los diferentes elementos de la bicicleta o darte consejos.

El proceso es lento, dura unas dos horas o más, dependiendo del grado de discapacidad que uno tenga -jajajaja- porque al tocar un elemento, el resto de medidas vuelven a cambiar.

Al verse uno en la tele pedaleando se confirma eso de que «salir en la tele le hace parecer a uno más gordo»…bueno, eso y  los dos kilitos de recuerdo de Papa Noel. Uno piensa que pedalea casi con el estilo de Indurain y está claro que lo que hacemos es mantener el equilibrio con mayor o menor dificultad. A parte de corregir la altura y adelantar el sillín, así como ajustar las calas, es necesario recortar la potencia del manillar un centímetro (9cm), menos de lo que pensaba. Mis rodillas van bastante rectas, lo cual es bueno, y sólo tengo que tener precaución de no bajar el talón derecho.

 

Después de realizado el estudio, Pablo te lo envía por correo electrónico. Estoy deseando probar las modificaciones a ver cómo han funcionado los retoques biomecánicos.

Paco y Antonio fueron con Emilio ayer a hacerse la prueba. No quiero ni pensar la «pajarraca» que le liarían al pobre Pablo, aquí unas foticos de los profesionales en plena faena:

En los vídeos de whatsapp ya hemos comprobamos la gran pedalada natural de Paco antes de biomecanizarse, está claro que los galones no se los damos a cualquiera.