Me he inscrito en la media maratón de Málaga para el día 26 de Marzo de 2017. Con dos…argumentos. Primero, mi amigo Paco, que parece que ha vuelto a entrar en esto del running como un tiro (a ver si no se me vuelve mariquita ;-), y segundo, un nuevo reto para este año 2017. La media maratón tiene un recorrido llanito y bonito, mucho paseo marítimo, pasando al lado de casa por la Plaza de la Merced, llegando a la Cruz de Humilladero (¡que pechá correr! ¡Puedo saludar a mis sobrinillas!) y regresando al Estado de Atletismo.
Nunca he corrido más de 11 o 12 kilómetros, básicamente porque no me lo he propuesto. Creo que eso puedo hacerlo sin excesiva dificultad, pero no quiero alargar los entrenamientos porque debo cuidar mi menisco. Estoy corriendo unos 8km por sesión a un promedio de 5:45 el kilómetro y acabo bien, cansado pero no vaciado. En las últimas dos sesiones ha empezado a darme un dolorcillo nuevo en la cadera, habrá que ajustar la trócola.
Ha llegado el momento de probarme un poco, explorar mis límites: Ha llegado la hora de correr 21 kilómetros. Es un reto, pero tampoco se trata de una gesta épica. Cuentan que Filípides se murió después de inventar la primera maratón, pero a mitad de camino estaba como una pera limonera. Fijo. Para no ir a mi bola y entrenar con un poco de seriedad, he creado un plan de entrenamiento en «My Asics» . Me he puesto sólo 2 días a la semana con un objetivo de acabar la media en unos 2h:05min. El plan a priori parece asequible, a ver qué tal. Dos días a la semana sé que es poco entrenamiento, pero como algunos días haré algo de gym y salidas con la bici, no puedo pretender correr 4 días a la semana. Al fin y al cabo, sólo se trata de un reto finisher, acabar mi primera media. Que no es poco.
A por elloooos, oeeeee, a por elloooos…
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