El nombre de un blog debería ser algo así como muy importante, porque se supone que es lo que llama la atención nada más aterrizar. ¿Por que se llama así este blog?:
- El departamento de marketing detrás de este blog es algo así como inexistente.
- La palabra «confesiones» tiene algo de veracidad, seducción, aunque al final se digan chorradas sin sentido.
- La palabra «triatleta» me sonaba muy fuerte, porque acabo de empezar. Pero con el adjetivo «patata» se incluye un puntito graciosín y de falsa modestia, que permite colar lo de «triatleta». Que vamos, tampoco hace falta estar federado para una mijita de «postureo». Además el postureo es inherente al triatlon, los lanzadores de peso no se lo cuentan ni a sus madres.
- En cualquier momento lo cambio, esto no es un hijo, ni incluso una hipoteca.
- Se aceptan sugerencias de mejoras o peoras.
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