No se cómo empezar a explicar la experiencia de participar en el II Travesía a nado Solidaria Alikindoi. Quizás por el final: Esto no es un club, es una gran familia. Difícilmente se explica de otra forma la desinteresada colaboración de tanta gente. Y desde tan temprano, que a las 7:00 am, de noche, había más gente en la playa que una tarde de agosto,jajaja.

Alikinamanecer. El Defín se escaqueó un poco en el montaje, pero alegó que él se dedica al mundo de la imagen.

Siguiendo por el final, cabe decir que ha sido un exitazo de organización, todo a pedir de boca, incluso las cosas que no estaban bajo control como el tiempo, el estado del mar, la ausencia de medusas, la participación, … pero sobre todo un éxito de diversión y buen ambiente nadador-solidario. Me voy a enrollar, así que mejor te miras por encima las foticos, y te pones a hacer algo más productivo. Avisado/a quedas.

¡Ole esas 5 niñas repartiendo chips!. Incluso a los tardones, ejem.

La organización previa fue realizada por el magnífico comité JACARANDA: Karmeta, Yolanda, Mertxe, Edu, Charo, María Rey, Ximena, El Rey. Y ha tenido que ser un currazo del 15, porque tal nivel de detalle es difícil de conseguir sin muchísimo trabajo: permisos, avituallamiento, carpas, vallas, gorros, patrocinadores, trofeos, flores, crometraje, inscripciones, equipos de salvamento, kajaks, fisioterapeuta, megafonía, camisetas, boyas, globos, pegatinas … ¡una barbaridad!.

Su majestad pringando como el que más, y concentrado antes del bailecito.

Después de montar las carpas y vallas a una una hora que ni las panaderías horneaban bollos, descargamos el resto de material y pusimos el tinglao bonito. Me marqué un pequeño baile reggaetoniano titulado «Así bailan los estibadores alikindois, mi amol» al que se apuntó El Rey raudo y veloz, formando un dueto que augura grandes momentos.  Qué le gusta la marcha a nuestra Majestad!. Pero no me conocen, ya se arrepentirán de despertar a la bestia, jajaja. Empezaron a llegar participantes, y todo marchando viento en popa. El mar en su punto, 22,5º creo recordar, sin bichos ni olas.

En esto que a 10 minutos de la salida de la distancia del 1000 le digo a mi compinche, el otro Sergio (de Farmacia Aznar, la mejor de Málaga) : «Ostras, necesito un café ¿Por qué no nos echamos uno rápido en el bar de al lado?». Allá que nos plantamos. Cerrado. «-¿Nos vamos al otro?»  «-Enga!». Chapado, también. «-Pues un poco más adelante, tiene que estar abierto». Nope. Niet. «-Por mis muelas que yo me tomo un café como sea». «-Pues al Hotel Vincci nos vamos». Y allí nos plantamos.

Los dos Sergios fugados, preparando un Doble Wooper con queso.

Cafelito señorial, y cuando volvemos, nos encontramos con la gente del 1000 a punto de salir y diciendo que, en cuanto llegara el primero, salíamos los del 3000. AAAAAHHH. ¡Mi dorsal, mi gorro, mi chip!. De lo tranquilo que estaba, como en casa, se me fue la pinza. Me voy para las carpas corriendo, y se lo digo a Carmen y Mertxe y alguien más que no recuerdo, que me miran con ganas de matarme, pero como son mu güenas, en lugar de asesinarme merecidamente, se ponen como locas a buscarme gorro, buscarme el número, pintármelo en el brazo (en la carpa),  el chip (en la salida), la correa del chip (en la carpa), (que no, que en una bolsa, en la salida)… para haberme matao. Pero al final, ningún problema y hasta me enteré de por dónde había que nadar con las pacientes explicaciones de Yolanda. Ya digo, como en casa.

La salida de 1000m. A mi señal: 5, 4, 3, 2 ..

…1, ¡YA! ¡Al agua mis valientes! Y el Rey con la trompetilla, pfff, pfff, pfff, jajajaja

La travesía en sí estupenda gracias al día «malaguita» de Septiembre tan espléndido: agua trasparente, sin olas, casi sin medusas, -alguna despistada que vino a vernos nadar-, las boyas bien señalizadas con globos de helio, más kajaks que en el desembarco de Normandia, …

¿Dónde está mi bicicleta?… Ah! no, que aquí no hay!

No suelo nadar más de 2500m cuando entreno, y teniendo en cuenta que intentaba ir rápido (mi velocidad «terminal» es de unos 2min/100m), se me hizo un poco cansado el tramo final, pero disfruté como un enano.

Esto no es un club de natación, es una gran familia

Después hicimos una salida de acompañamiento de natación adaptada e infantil hasta la boya roja, que fue muy emocionante, espiritu alikindoi a tope. Son unos cracks, ya me hubiera gustado a mi hace tres años nadar igual que ellos.

¿cómo estaba la playa?. La playa estaba abarrotá. No cabía una medusa.

Subimos a las carpas para el merecido avituallamiento: frutita, deliciosos batidos de aguacate de Troops, zumos, chuches, música, buen rollo con todo el mundo comentando las mejores jugadas, un rato estupendo.

La entrega de premios muy bien conducida por nuestra compañera Mertxe, que parecía una speaker profesional, con los patrocinadores saliendo a entregar por turnos la multitud de galardones. Había tantos que en un momento dado creía que se iban a liar:  «Entrega el premio Manuel Tembury… de Farmacia Aznar!».

Podiums, ramo de rosas, trofeo, fotos, aplausos, y al final botellas de champan regando al personal, vamos Eurovisión es un «cagarro» en comparación con esta Alikinparty.

Estilo alikindoi: Cada uno a su bola, pero compartiendo el mismo ideal.

Cuando ya se fue el personal con una sonrisa en la cara y el corazón, comenzamos las tareas de desmontaje. Todo lo que sobró se lo llevó Charo para donarlo. Sorprendentemente dejamos la playa como si no hubiera habido antes un tinglao tan grande, aunque no podía ser de otro modo, el espíritu Alikindoi de nadadores en aguas abiertas implica cuidar la naturaleza, nuestros mares y su vida natural. Un grupito se fue a comer para rematar la faena, pero no pude apuntarme porque me esperaban en casa, cachis, en otra ocasión será. El año que viene más, pero imposible que sea mejor.  Alindoi for ever.

Los platos «rebañaos», si es que la natación abre el apetito.