El sábado 2 de Mayo no sólo comenzó el levantamiento contra los Franceses. También comenzamos a levantar las restricciones en esta batalla contra el coronavirus. Para que no se nos olvide, se permite salir a hacer deporte de 7:00 a 10:00 y de 20:00 a 23:00 a partir de este día, sin salir del municipio. Que emoción, el viernes por la noche me calenté con willy en el Division, y aunque me acosté a las 3:00 AM, el sábado a las 7:30AM estaba cogiendo la bici para subir a Bendomiel («vendo miel», en realidad). Pedalear con libertad sin estar sobre el rodillo mirando una pantalla es una sensación especial. Subir la montaña sin apenas tráfico, recién salido el sol, es una imagen que premia el sacrificio de estas semanas sin deporte. La bajada la hice con la mascarilla puesta, para fortalecer la imagen de los ciclistas responsables (para arriba es imposible).

Por la tarde, no pude contener el ansia viva y me fui a correr unos kilometricos aprovechando que el paseo marítimo estaba cortado al tráfico. No sabía que sólo se podía salir una vez al día, «no volverá a pasar». Demasiada gente, pero más o menos se pudo ir esquivando al personal. Iba con una badana tapándome la boca y como casi no podía respirar, llevaba la boca abierta. No se qué es estadísticamente más peligroso, llevar la boca abierta mal tapada o no llevar nada y cerrarla de vez en cuando. Al día siguiente, domingo de natación en la malagueta, realmente espectacular. Agua plato, 17º con neopreno, sólo un poco de frío al entrar. Libertad por fin.

Yo pensaba que con los 16 km diarios caminados de ir y venir al trabajo, el rodillo y el stepper había mantenido más o menos la forma durante estos cuarenta y pico días. Pero a mediodía del domingo, la»bajona» fue absoluta. El sofá me había abducido, no podía mover un brazo. Cansancio total. No, no había mantenido la forma. El lunes agujetas en las pestañas.

Que gusto de agujetas. Que gusto de poder hacer deporte en el exterior.

Esperemos que todo esto sea compatible con la lucha del coronavirus. Al enemigo no le gusta el aire libre, no le gusta el calor. No le gusta el triatlón. ¡¡Vamos palante!!