Este domingo 14 de Mayo de 2017, sólo una semanita después del triatlon de Benalmádena, me he calzado otro trialonsito: El XX triatlon de Marbella. He estado a punto de no poder presentarme, porque la tarde del sábado fue de trabajo con el maldito ransomware Wannacry, y el domingo también, pero por la tarde. La competición sirvió a la perfección para desfogar nervios. Salí temprano porque tenía la bicicleta y el neopreno en Benalmádena. El día amaneció fantástico, el agua parecía más fresca que la semana anterior y la playa con unos cantos rodaos como panes, por lo que se tuvo que dar la salida dentro del agua. 

El segmento de natación fue bueno, no me llevé ningún leñazo de consideración y las sensaciones fueron de control y disfrute. Se que puedo mejorar, apretar más, pero todavía no quiero asumir riesgos. El segmento de ciclismo fue menos exigente, mucho más llano que Benalmádena, con un tramo de ligera pendiente. Intenté meterme en algunos grupillos de drafting, y en algunos tramos funcionó, sobre todo en una zona con viento en contra, que me puse casi siempre a rueda, pillín. Seguí con la misma técnica de tomarme un gel en la tercera vuelta, creo que me va muy bien, aunque sólo sea por el efecto placebo.

Cuando me bajé de la bici me acojoné, porque la sensación de estar a punto de un tirón en ambos gemelos era tremenda. Pensaba que se me había ido la mano en la bicicleta. Bajé de ritmo a 6:00/min y corrí con zancada corta, casi chiquitistaní, hasta que la molestia fue cediendo y comencé a apretar. A mitad de carrera iba a 5:00/min y subiendo de ritmo. La llegada a meta fue muy emocionante, porque los últimos 100m los hice al sprint a toda pastilla, ya que tenía un compañero soplándome en la orejilla y, como es lógico, no tenía intención de dejar que me la mordisqueara… vídeo del momento.

La llegada en 1:17:45, mi record mundial.  El puesto el 159 de 242 participantes, ahí, telekomor en la pomada.

La postmeta con su camiseta, su fruta, su agua, su bizcochillo, a recoger el petate y vuelta para casa, cansado pero feliz.

Aunque la felicidad duró poco, tenía cita con unos parches de Windows 2003, pero eso es otra historia… más dura que el triatlón.

MUSICA:  Kungs – «Don’t You Know» ft. Jamie N Commons