Llevo 3 años montando en bicicleta de forma seria. Al principio con mi «kawasaki», pero poco después compré de segunda mano una Cannondale R3, tirada de precio (300€), con idea de usarla hasta que decidiera que tipo de bici necesitaba. Y a lo tonto a lo tonto, he estado más de 2 años con la Cannondale. Es un bicicletón de su época (18 años), para ser de aluminio es muy ligera y todo montado en Dura-Ace. A nivel estético, precisamente por ser vintage y tener un acabado de aluminio brillante poco común, suele llamar la atención. Es muy divertido ver a un grupo de ciclistas hablando de la mía, cuando en nuestra grupeta tenemos alguna bici de más de 7000 leuros.

Respecto al mercado de bicicletas es una locura. Todas las marcas tienen «flacas» chulísimas.  A mi me gusta la estética «aero» de las bicicletas Giant. Están bien de precio y garantizan los cuadros de carbono de por vida. De hecho, mi amigo Emilio ha tenido un problema con unas fisuras en su cuadro y se lo han cambiado. No me quería subir a más de 1500€, pero cuando empiezas a pedir a los Reyes Magos que si freno de disco, que si ultegra, que si cables ocultos …

Por fortuna, no es que no pueda permitirme comprar un bicicletón, es por «principios» deportivos. En estas que me llega un mensaje de un compañero de grupeta que vende la suya: Giant Defi del 2017, con un año y poco de uso relajado. En manos de un mecánico de bicicletas, total confianza. 1.300 napos. Me la he trincado sin dudarlo mucho.

Aquí parece naranja butano, pero es más bien roja anarajanda. Bonica ¿no?

Las primeras sensaciones en ruta, incluyendo 105 Km de Nerja o los 80 Km de Alora son estupendas. Se nota la carretera mucho más suave, el sillín todo lo cómodo que puede ser en una bici de carretera, y las molestias de la espalda o el dormirse las manos ha desaparecido casi por completo. El «motor» es el mismo que antes, por lo que tampoco puedo pretender grandes avances, pero tener un 28 de piñones detrás me permitirá es puntito de desahogo cuesta arriba que tanto echo de menos. He cambiado también de calas, de usar las de montain bike a SPD, y son mucho mejor tener más punto de apoyo. Lo único que estoy como un novato volviendo a mecanizar el ajuste del pie, cada dos por tres fallo.

Eso sí, me da un poco de penilla abandonar la Cannondale. No la voy a vender, pero al llevarla a Benalmádena para usarla en verano es condenarla un poco en el ostracismo. Pobrecilla.

Un problema que tengo es el miedo a dejar la Giant en el garaje comunitario. Así que de momento, la he subido a la terraza, que en casa está unida al salon. Un papelón, pero por ahora no está produciendo problemas. Es una solución temporal (jinjinjin…)