Sigamos con el análisis freudiano sobre la elección del triatlon como deporte después de los 40. Cuando hablé con un par de compañeros deportistas (MTB a tope, maratones, etc.) sobre mi idea de hacer triatlon me dijeron que lo veían un poco loco por el tema de tener que entrenar tres disciplinas. Es cierto que es una locura, sobre todo si quieres hacer bien las tres disciplinas, ir progresando en serio en cada una de ellas. ¿Por qué me ha dado por el triatlon en lugar de la petanca?. Veamos algunas hipótesis:
-Hace falta un reto para no aburrirte. No es fácil empezar en esto, tiene varias barreras de entrada, sobre todo la natación y el ciclismo. Ser capaz de superar los retos da un plus de energía al ego.
-Cada disciplina mola por separado. Siempre me ha gustado correr, el ciclismo engancha y desde que he empezado a nadar, estoy disfrutando como un enano. Si un día va a llover, puedes correr o ir ala piscina. Sin un día hace mucho calor, nadas en el mar. Siempre tienes un deporte que practicar, no hay excusas.
-Se puede practicar de forma individual. Cuando te haces mayor, cuesta más trabajo sincronizar las agendas. Poder entrenar los deportes de forma individual es un requisito para mí, aunque lo mejor es un club, sin duda alguna.
-La competición. Entrenar el es objetivo, pero hacer competiciones te marca puntos de referencia, motivaciones extra. Y son tremendamente divertidas. Cuando vas en bicicleta no hace falta mucha imaginación para sentirte que estás en una etapa del tour de France. No digo la vuelta a España, porque eso ya son palabras mayores.
-El postureo. Es decir, pegarse el moco. «Es que yo practico triatlon» suena mucho más cañero que «juego al futbito». Aunque practiques distancia sprint (750m nado, 20km bici, 5 km running) la gente lo asocia al IRONMAN, que son distancias enormes, unas 8 veces más. Un triatleta sprint tiene de Ironman lo que un chihuahua de perro peligroso. Un octavo, no nos engañemos. Aunque todos los ironmans han empezado en distancias sprint, ojito.
-Está de moda. Esto para mi es un lastre, no me gusta hacer el borrego, pero permite, por ejemplo, que haya muchas competiciones cerca de mi casa.
¿Por qué añado la coletilla de «…la puñetera madre que lo parió», además de porque me parece graciosa?. Pues porque engancharse a esto tiene un lado oscuro de la fuerza:
-Es casi imposible avanzar de verdad en las tres disciplinas sin dedicarle mucho tiempo, con lo que uno tiende a estar estancado o a que tu familia te vea por wasapp mientras practicas deporte.
-Esto está lleno de machos-alfa (y hembras). Es decir, dentro de que hay gente muy maja y muy sana, también hay un rollito «superman» de gente «to motivá», que mira así como por encimilla del hombro a patatas como yo. Si no te levantas por la noche empapado en sudor soñando con llegar a Kona, no eres un triatleta de verdad. Realmente este no es un problema para mi, me limpio el culete desde hace mucho con lo que piense la gente. Como dijo el filósofo «Vivi, y disfruté, no sé si más, que otro cualquiera, y si, todo esto fué, a mi manera.», en version Raphael.
-Riesgo de lesión. Si cada deporte tiene sus propio tipo de lesiones, practicando tres deportes se triplican las papeletas de la lotería.
-Siempre hay algo que necesitas comprar. O las gafas se te empañan, o el cambio de la bici no va bien, o el mallot fucsia no te combina con el culotte turquesa.
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